City College ‘esencial’ a la primera mujer nacida en México para viajar al espacio

Originalmente de Guadalajara, Katya Echazarreta fue la primera ciudadana astronauta elegida por Space for Humanity

Katya Echazarreta muestra la bandera mexicana frente al cohete New Shepherd de Blue Origin despues de su vuelo inaugural al espacio el 4 de junio de 2022. Foto cortesía de Katya Echazarreta

Kathryn Gray, Multimedia Journalists

Para leer la versión original en inglés, click aquí.

La astronauta Katya Echazarreta, autodescrita como impasible, no llora fácilmente. Pero después de su vuelo inaugural al espacio en junio 2022 como miembra del equipo de la expedición Blue Origin NS-21, ella desarrolló una nueva apreciación para la tierra en la que ella ha caminado toda su vida.

Ahora, simplemente mirando afuera de la ventana en un vuelo comercial al destello de un pico de montaña, o la visión fugaz de un campo verde, puede traer lágrimas a sus ojos.

“Uno se da cuenta de lo valioso que es lo que tenemos aquí”, dijo Echazarreta en una entrevista reciente con City Times Media. “Necesito que la gente entiende lo que significa eso. No podemos seguir destruyendo el planeta y luego ir al espacio y vivir en otras partes. Tenemos que, sí, continuar explorando, pero tenemos que cuidar lo que tenemos aquí”.

Originalmente de Guadalajara, México, Echazarreta, exalumna de San Diego City College, fue la primera ciudadana astronauta elegida por Space for Humanity entre 7,000 solicitantes y una de seis personas en el vuelo.

El honor significaba que ella era la primera mujer nacida en México para viajar al espacio.

Katya Echazarreta celebra su vuelta a la tierra con su compañeros de su tripulación del cohete New Shepherd de Blue Origin el 4 de junio de 2022
Katya Echazarreta celebra su vuelta a la tierra con su compañeros de su tripulación del cohete New Shepherd de Blue Origin el 4 de junio de 2022. Foto cortesía de Katya Echazarreta

Menos de un año después, a la edad de 27, ella solo está empezando con su trastocada de la industria aeroespacial y también de los campos acompañantes de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, conocido colectivamente como STEM.

Sin miedo y desvergonzadamente multifacética, Echazarreta es una fuerza imparable que se ha hecho un nombre por sí misma en los medios de comunicación, moda, educación e igualdad de género.

Una exalumna de UCLA actualmente persiguiendo su maestría en la Universidad de Johns Hopkins en Ingeniería Eléctrica, quien también ha trabajado en cinco misiones de NASA, Echazarreta tiene un currículum lleno de instituciones mundialmente reconocidas.

Pero Echazarreta dijo que su tiempo en City fue el más esencial en su vida.

“Verdaderamente no pienso que estuviera donde estoy ahorita si no hubiera ido a City College”, dijo Echazarreta. “Es donde me encontré a mi misma”.  

Al observar a sus amigos irse de Eastlake High School a la universidad, Echazarreta batalló inicialmente en olvidarse del futuro que había imaginado para sí misma y en dejar de preocuparse de lo que pensarían sus amigos.

Eventualmente, se dio cuenta que podía crear su propio camino por City sin algún juicio.

Echazarreta dijo que encontró inesperadamente una confianza académica y personal, y una cultura de apoyo que le ayudó a superar sus días más difíciles.

Inicialmente se destacó en su carrera de ingeniería en City, pero Echazarreta quedó sorpredida cuando reprobó uno de sus exámenes. Después de ser introducida al programa de Realizaciones en Matemáticas, Ingeniería y Ciencias, se unió de manera repentina al programa por temor a reprobar su primera clase.

Rafael Alvarez, director de MESA que es conocido como “esquinero” por sus estudiantes, sigue siendo uno de los mentores más importantes para Echazarreta.

En el programa MESA, dijo Alvarez, él crea lo que llama “monstruos” – estudiantes equipados con destrezas intelectuales y culturales, y con un impulso incontenible para atacar sus metas.

Alvarez reconoció el potencial de Echazarreta y la retó a adoptar la cultura de aprendizaje de programa MESA el cual es caracterizado por compromiso, responsabilidad, acción, encontrando soluciones, y advocar por si mismo.

“Ella ejemplifica el compromiso”, dijo Alvarez de Echazarreta. “Ella aceptó la responsabilidad, tomó acción y buscó soluciones. Uno tiene que desearlo tanto como desea respirar y tiene que ser demostrado por acciones, no con palabras.

“Absolutamente. Ella posee eso”.

Teniendo una carga completa de clases mientras atendía City y trabajando para apoyar a su mamá y hermanos, Echazarreta recuerda llegar a casa después de una jornada de 12 horas con varias horas de estudios delante de ella y queriendose rendir.

Su mamá, una de sus partidarias más grandes, ponía en perspectiva la situación.

Katya Echazarreta (izquierda) esta frente a frente con su mamá Liliana Martin (derecha) en su día de su boda
Katya Echazarreta (izquierda) esta frente a frente con su mamá Liliana Martin (derecha) en su día de su boda en 2022. Foto cortesía de Katya Echazarreta

“Como buena madre”, dijo Echazarreta, “nomas me miraba y decía, ‘estás siendo ridícula. Vete a tu cuarto y ponte a estudiar’”.

Aunque el padre de Echazarreta fue ingeniero eléctrico, fue su madre – cuya recibió lo que describe Echazarreta como una educación básica – que la inspiró más. 

Echazarreta le dijo a su mamá que quería ir al espacio por primera vez cuando tenía 7 años y apenas 19 años después ella estaba sentada en el cohete New Shepard de Blue Origin en el oeste de Texas preparándose para el lanzamiento.

Con su oso de peluche de su infancia vestido con uniforme de NASA y el anillo de matrimonio de su madre y padrastro, sintió una sensación de calma inesperada.

“Me sentí muy relajada y muy tranquila”, dijo Echazarreta. “Todo lo que he hecho me ha llevado hasta este punto. Y ahora nomás fue un momento de esperar estos 30 minutos para que mi vida cambiara completamente”.

Siempre queriendo seguir con su educación, la madre de Echazarreta no fue permitida debido a las normas de género tradicionales que le impuso su padre y su primer esposo. 

Después de soportar una relación difícil de 25 años con el padre de Echazarreta, su madre, dijo Echazarreta, encontró la fuerza para dejar el matrimonio cuando su hija estaba en la preparatoria. 

“Cuando llegamos a ser mujeres jóvenes”, dijo Echazarreta, “era muy importante para (mi madre) que entendiéramos que necesitamos ser independientes y que necesitamos aprovechar de las oportunidades que nos da la vida”.

Una joven Katya Echazarreta (izquierda) practica volar un helicóptero arcade mientras su madre, Lilian Martin, está a su lado
Una joven Katya Echazarreta (izquierda) practica volar un helicóptero arcade mientras su madre, Lilian Martin, está a su lado. Foto cortesía de Katya Echazarreta

Echazarreta se mudo de su hogar en Guadalajara a Tijuana con su familia a los 4 años antes de establecerse en San Diego tres años después cuando le ofrecieron un trabajo a su papá y oportunidad de ciudadanía estadounidense para toda su familia. 

Este periodo de transición, dijo Echazarreta, fue difícil. 

“La realidad nos pegó muy rápido”, ella dijo. “Dios mio, este es un mundo completamente nuevo, y era muy difícil para todos nosotros”. 

Echazarreta, cuyas primeras palabras fueron “por qué”, se enfocó en su fascinación por entender todo a su alrededor, algo que la ayudó a acostumbrarse a una nueva ciudad y país. 

Uno de los muchos “por qués” a cual Echazarreta ha estado tratando de responder através de su abogacía y educación es el por qué no hay más mujeres y minorías en STEM.

Katya Echazarreta (derecha) habla con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (izquierda)
Katya Echazarreta (derecha) habla con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (izquierda) en México en 2022. Foto cortesía de Katya Echazarreta

Los estereotipos más dañinos sobre las mujeres en STEM, dijo Echazarreta, es el de que las mujeres no están persiguiendo estas carreras porque no quieren.

En realidad, ella dijo, las mujeres no han sido permitidas en trabajar en STEM por generaciones. 

Echazarreta todavía ve estos ideales anticuados perpetuados a través de los medios y géneros dirigidos hacia niños, referenciandose a los pasillos de juguetes que a veces se encuentran llenos de herramientas y kits de ingeniería para los niños y delantales y artículos de limpieza para las niñas.

“No es que (a las mujeres y niñas) no les guste (STEM)”, dijo Echazarreta. “Es que les estamos enseñando a ellas desde el momento que nacen que se supone que a ellas les deben gustar otras cosas. Entonces, naturalmente muchas mujeres se sienten más cómodas con estas cosas”.

Echazarreta, que se había transferido de City a UCLA para completar su título de ingeniera, fue enfrentada por profesores que reprendían a estudiantes femeninas cuando no sabían las respuestas correctas y celebraban a estudiantes masculinos cuando respondían correctamente.

“Estás en un salón de clase con 300 personas, y estás en una de las cinco clases que dan (los profesores)”, dijo Echazarreta. “Nunca van a recordar tu cara, tu nombre o cualquier cosa así”.

En City, Echazarreta se sentía respetada y apoyada personalmente y académicamente.

UCLA, ella dijo, no está a la altura.

“City está haciendo las cosas que cada una de las otras instituciones debería de hacer desde un principio”, dijo Echazarreta. “El enfoque sobre la justicia social a lo largo del currículo y la diversidad de gente hace que sea más fácil estar abierta a encontrarte a ti misma”.

Astronauta, defensora, educadora científica, modelo de portada, personalidad televisiva y graduada de UCLA persiguiendo su maestría en la Universidad de Johns Hopkins – entre otras cosas – Echazarreta ya quedó ajena a sus detractores.

Para Echazarreta, mostrarles a las mujeres y grupos subrepresentados que un ingeniero puede ser multifacético y parecerse y expresarse cómo quiera es una misión de toda la vida.

Amy Gonzalez, exalumna de City en el programa de MESA persiguiendo su bachillerato en Ingeniería Eléctrica en San Diego State University, ve a Echazarreta como un dechado de esperanza.

“Ella también se especializó en Ingeniería Eléctrica como yo”, dijo Gonzalez. “Ella viene de padres inmigrantes como yo. … Me inspire a pensar, ‘si ella pudo ir a espacio, qué puedo hacer yo’”?

Algunos compañeros científicos han sido críticos de ella, Echazarreta dijo, creyendo que ingenieros deberían enfocarse en sus campos profesionales respectivos y no diversificarse o llamar la atención.

El empuje por las científicas femeninas de ser y verse lo más masculinas posible está anticuado, ella dijo, y espera que esta idea sea algo del pasado.

“Estoy presentandoles con una persona que es muy capaz técnicamente, muy apasionada sobre la ciencia y STEM en general”, dijo Echazarreta, “pero que también es muy femenina y alguien que no tiene miedo recurrir de alguna manera a este lado”.

Su estrategia está funcionando.

La respuesta a su portada de Vogue México en octubre 2022 fue tan positiva, dijo Echazarreta, la editora le dijo que la publicación empezará a presentar más mujeres como ella.

“Estamos abriendo la vía para que las mujeres que están siendo retratadas para nosotros como ideales ahora puedan ser más como una mujer de verdad”, dijo Echazarreta, “y no una persona cuya función es hacerles sentirse inseguras”.

Echazarreta tiene una agenda, ella dijo, y está preparada con la capacitación y compromiso inquebrantable de llevarlo a cabo.

La preparación, Echazarreta dijo, es suprema.

Antes de su selección como la primera astronauta ciudadana de Space for Humanity, un proceso de tres años, Echazarreta persiguió independientemente entrenamiento de hipoxia y microgravedad antes del vuelo.

El programa astronauta ciudadano de Space for Humanity usa el lema “al espacio, para la tierra”, refiriéndose al cambio en perspectiva que sienten los astronautas cuando están mirando al planeta hacia atrás y la responsabilidad que ellos tienen de compartirlo al regresar de sus vuelos.

El cohete New Shepherd de Blue Origin vuelve a la tierra el 4 de junio de 2022
El cohete New Shepherd de Blue Origin vuelve a la tierra el 4 de junio de 2022. Foto cortesía de Katya Echazarreta

Con un vuelo al espacio en su haber, Echazarreta ya está planeando su próximo, esta vez desde México.

Trabajando con la Agencia Espacial Mexicana y el Congreso Mexicano para aumentar el apoyo gubernamental para la exploración espacial y educación de STEM, Echazarreta espera crear una infraestructura para apoyar a un grupo propio de astronautas mexicanos.

La exploración espacial, ella dijo, no es considerada necesariamente como prioridad en México. Su meta es amplificar cómo beneficiará a la humanidad indefinidamente y crear un camino para futuros astronautas mexicanos.

“Quiero tratar de crear oportunidades através de diferentes niveles ahí”, dijo Echazarreta. “Mientras son estudiantes, mientras son pasantes, mientras van empezando sus carreras y también crear un sistema de becas para investigadores que están desarrollando tecnología espacial”.

Sobre todo, ha aprendido a través de la academia y su carrera que la valentía vale la pena.

Kathryn Gray, Marco Guajardo y Joel Nevarez ayudó a traducir esta versión.