Barbero continúa su negocio solo

La Rumba fue obligada a cerrar dos veces durante las restricciones de COVID-19

Erwin Mejia, dueño de La Rumba Barbershop

Katia Pechenkina

Erwin Mejia, dueño de La Rumba Barbershop, se para enfrente de su negocio. Foto por Katia Pechenkina/City Times Media

Susana Serrano, Multimedia Journalist

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Entre un cerrajero y una frutería se encuentra La Rumba Barbershop en la avenida Highland.

Dentro de la barbería se escuchaba música bachata y las paredes estaban decoradas con los cortes más populares.

En medio de la barbería estaba la única silla de barbero. En una esquina se encontraban varias sillas disponibles.

Erwin Mejia, dueño de la barbería, estuvo cerrado la mayoría de la pandemia siguiendo órdenes locales y estatales.

Sin ningún cliente, Mejia continuó pagando su renta cada mes sin apoyo del gobierno o ayuda financiera.

“La verdad a estado un poquito difícil porque no he recibido ningún tipo de ayuda de las autoridades de aquí de San Diego,” dijo Mejia.

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No fue por falta de interés, Mejia intentó aplicar para ayuda financiera para negocios pero dijo que no calificó.

Tuvo la oportunidad de abrir su negocio por mes y medio el año pasado pero tuvo que volver a cerrar cuando un surgimiento de casos de COVID-19 pegó.

Su negocio ya está abierto y siente que las cosas empiezan a regresar a la normalidad.

“La tormenta pasó” dijo Mejia “Si me dan la ayuda, bien, si no me la dan, yo no puedo hacer nada, para mi ya no cambia nada”.

Traducción por Jonny Rico.


Esto es parte del proyecto The Highland Avenue Project y del programa Democracy and the Informed Citizen Emerging Journalist Fellowship.